Entradas

luna creciente

Nací bisexual porque eso de elegir nunca se me ha dado bien. No puedo permitirme descartar a la mitad de la población (la mayoría ya se encarga solita de que eso termine ocurriendo). Nací bisexual, que no promiscua (eso ya es otra historia). Nací bisexual, lo que significa que ser indecisa, posar haciendo el símbolo de la paz cada vez que aparece una cámara, tener más anillos que dedos o llevar media melena con la raya en medio no me lo enseñó nadie. (Lo de guarra sí que tuve que ir aprendiéndolo.) Nací bisexual porque no me quedó otra (aunque no os mentiré: si pudiera elegirse, seguiría siéndolo). Nací bisexual. Tuve que seguir mis propios pasos, ser a la vez mi maestra y mi mejor alumna y actuar como la referente que no sabía que necesitaba. Nací bisexual y me empecé a fijar en los chicos cuando aún carecía de memoria (parece que le cogí gusto al disgusto, porque desde entonces no paré). Nací bisexual, me enamoré de mi mejor amiga a los quince, me rompió el corazón a los dieciséis, m

Autobiografía: primer intento

[Hace poco empecé a leer a Gloria Fuertes, quien escribió tropecientos poemas titulados "autobiografía", en los que hablaba de sus vivencias con ternura, humor y crítica social. En el texto de hoy, mato a dos pájaros de un tiro: la homenajeo a ella y aprovecho para hablar de mí.] --- Nací en el dos mil en punto, la noche de un lluvioso sábado que cayó en víspera del Domingo de Ramos. Un cura me regaló una ramita de olivo, pero yo igualmente terminé saliendo atea. Soy de un pueblo marismeño, de nombre largo y compuesto que no lleva zeta, pero tiene muchas en su acento. Se encuentra a media hora en coche de la capital y a una de la playa (si existiera un Booking de localidades, la mía tendría un 10 en ubicación). Tengo una familia medianamente estructurada y más normativa que yo, en la que tuve que aprender a ser, de les niñes, la mayor: dos padres que se siguen queriendo, un hermano pequeño probablemente más inteligente que yo, una prima que cuando crecimos dejó de ser mi amig

cuando tu cuerpo se convierte en un campo de batalla

No os imagináis la cantidad de veces que familiares, amigues, conocides y desconocides han considerado buena idea compartir conmigo la opinión que elles tienen -sin yo habérselas pedido- sobre mi cuerpo y, por consecuente, qué piensan que debo comer, vestir o, en general, hacer. Así que, cada vez más harta de ponerles buena cara a unes o de discutir con otres, hoy voy a ser yo la que os hable de él (al fin y al cabo, soy la persona más cualificada para hacerlo). Quizás así, quizás tras la exhaustiva descripción que os traigo, quizás después de leer tanto sobre este tema, se os quiten las ganas de hacerlo al resto. En primer lugar, tengo una cara con unas facciones que nunca me han disgustado: dos ojos almendrados y pardos, una nariz bastante normativa que me recuerda a mi madre, una frente ligeramente ancha que me recuerda a mi padre, una boca que no diría que fuese ni demasiado pequeña ni demasiado grande, las orejas más perfectas que he visto en mi vida -os lo juro- adornadas con var

oh shit here we go again

Lo sé, lo sé. Sé lo que estáis pensando. Que los blogs están pasados de moda; que ahora estaré súper entusiasmada con volver a retomarlo, pero que no es la primera vez que me lo propongo y al cabo de un tiempo volveré a dejarlo de lado; que probablemente me lean tres amigues y medio y, de vez en cuando, algún familiar que le dé por stalkearme en redes... A lo que yo os responderé: Antes que nada, vale, reconozco que no es mi primer intento de revivir Trotamundos (no, no he cambiado el nombre del blog, pero es que no se me ocurría nada mejor y la verdad es que le tengo bastante cariño a este, don't judge me), pero han pasado ¡seis! añazos desde la última entrada (y no os molestéis en buscar las antiguas, que no podía soportar la idea de que leyerais a la Julia adolescente, así que las devolví todas a la sección de borradores). Ahora sOy DiFeReNtE, ¿vale?, hE cAmBiAdO. Escribo mejor que antes, tengo mejor gusto -bastante creíble y nada difícil, a juzgar por el diseño de la versión a